Transcurría el minuto 84, el guardameta João Rafael Kapango, quien defiende los colores de la selección de Mozambique desde el 2000, se topó con un balón perdido en el área, sin embargo, lejos de levantarlo como es acostumbrado, quiso realizar una jugada espectacular, que pudo costarle a su equipo la derrota y a él una grave lesión en el cuello.
Tras la jugada, el técnico holandés Mart Nooij, quien dirige al selectivo de Mozambique, pegó el grito en el cielo, sin embargo, recobró la calma cuando el atacante de Benin, Djiman Koukou, se siguió de largo, creyendo que el guardameta se había hecho del esférico y no se percató que en realidad le había quedad en bandeja de plata para conseguir la anotación:
1 comentario:
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