Los integrantes del grupo denominado 'Los Pishtacos del Huallaga', "decantaban el aceite, la grasa humana y las impurezas", afirma.
Este suceso, que ha conmocionado a Perú, fue ha sido revelado cuando la Fiscalía informó de la detención de cuatro integrantes de la banda, acusados de comercializar grasa humana.
La policía se puso en alerta cuando detuvo a principios de este mes a uno de los presuntos miembros mientras recogía una encomienda de una empresa de transporte terrestre, consistente en un envase de plástico con la grasa extraída de la única víctima comprobada, Abel Matos, asesinado a mediados de septiembre.
Los "Pishtacos", un apelativo referido al mito andino sobre unos bandoleros que degüellan a personas para comer su carne y vender su grasa, comercializaban la grasa de sus víctimas "por el precio de 15.000 dólares (por litro)", un monto que hace suponer que existe "una red internacional", ha explicado el general Murga.
Para cosméticos o maquinaria fina
La grasa extraída por los Pishtacos, en un laboratorio en la región central de Huánuco o en "parajes solitarios" de esta región, era ofrecida en Lima a un comprador del extranjero (hay dos italianos investigados) y se cree que su destino eran empresas que fabrican cosméticos o maquinaria fina, acotó el jefe policial.
Si bien no hay pruebas de las conexiones internacionales, las autoridades peruanas se pondrán en contacto con la Interpol para esclarecer las ramificaciones de la red. Aunque sí han logrado comercializar grasa, se sabe que la banda no ha vendido órganos debido a que éstos debían estar frescos.
La Policía asegura que Abel Matos, cuya grasa y restos fueron hallados, no es la única víctima, dado que los detenidos han confesado que secuestraron a otras cinco personas, dijo, por su parte, el jefe de la División de Secuestros de la Policía Nacional, coronel Jorge Mejía.
Entre 60 y 200 personas asesinadas
También se sospecha que esta red habría secuestrado y asesinado a entre 60 y 200 personas, dado que el cabecilla de estos "pishtacos", Hilario C.S., se dedicaba a estas actividades desde hace más de treinta años.
Los interrogatorios han revelado que la banda tenía 17 litros de grasa humana en 'stock' que no había sido comprado, aunque ya buscaban un contacto en Lima para poder vender este producto humano en el extranjero, relató el jefe de la Dirincri.
Dificultad para encontrar los cuerpos
La Policía teme que los cuerpos de todas las víctimas no sean hallados porque los restos de las víctimas "han sido arrojados al río o a precipicios de difícil acceso" en Huánuco, una zona con grandes parajes boscosos, señaló Mejía.
El coronel Mejía precisó que la banda de los "Pishtacos" estaría presumiblemente integrada por diez personas, "siete identificadas (un reo en cárcel, tres detenidos y tres prófugos), así como tres por identificar".
Uta no mam... en que pinche mundo vivímos, ya no sólo se conforman con las ballenas, ahora tambien humanos...TÉTRICO
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