Los siguientes relatos son extractos de la edición de ESPN The Magazine, Michael Jordan Hall of Fame Collector.
La primera vez que lo ví, el verano antes de que comenzara su temporada de novato, jugábamos en el campus. Todos sabíamos de él, pero yo soy de New York, y él parecía un pueblerino de North Carolina.
-- Sam Perkins, compañero de Jordan en UNC
Cuando los demás me preguntan si sabía que Michael se iba a convertir en un miembro del Salón de la Fama cuando lo recluté para que jugase en North Carolina, me reí y dije, "¿Quién lo pensó?". Era un atleta excepcionalmente ágil que mejoraba año a año... Por supuesto, hizo la conversión que significó la victoria ante Georgetown en su primer año para ayudarnos a ganar el campeonato nacional, pero no se convirtió en un francotirador confiado hasta años después de trabajar muy duro. Una de las cosas que lo convirtió en el jugador excepcional que llegó a ser es su competitividad explosiva.
-- Dean Smith, entrenador de UNC
Hace poco me acordé de que cuando llegó el momento de anunciar a la selección No. 3, simplemente dije, "Los Chicago Bulls seleccionan a Michael Jordan, University of North Carolina". Eso fue todo. Qué vergüenza. ¿Tenía idea de lo que iba a llegar a ser? Para nada.
-- David Stern, comisionado de la NBA
-- Rick Telander, columnista del Chicago Tribune durante el período en el que Jordan jugó con los Bulls
-- Phil Jackson, entrenador en jefe de los Bulls entre 1989-1998
El periódico de LA me dio la cobertura de Bulls-Celtics aunque esa serie era inequívocamente independiente de los Lakers. Air Jordan estaba de regreso. Se había perdido 18 juegos debido a una fractura en un hueso pequeño (tarsal navicular, para los fanáticos de CSI ) del pie izquierdo. Sin él, los Bulls terminaron 3-52. Aunque, sorprendentemente, llegaron a los playoffs. Y pudieron hacer una visita al Garden, en donde los Celts tenían un récord 40-1 sobre un parquet apestado de termitas. El propietario, Jerry Reinsdorf, no estaba seguro de si MJ debía ir. Recuerdo esto: Un médico le había dicho a Jordan que había un diez por ciento de probabilidades de volver a fracturarse si jugaba. Reinsdorf dio una hipótesis del estilo, "¿Qué pasa si tienes dolor de cabeza pero una cada diez píldoras de un frasco contiene veneno? ¿La tomarías? Jordan se rio y le dijo que a él no le dolía nada.
-- Mike Downey, columnista de Los Angeles Times durante los playoffs de 1986 cuando Jordan sumó 63 puntos en el juego dos.
Cuando arranco la temporada 1986-1987, Jordan -- no por falsa modestia -- había reconocido e incluso estaba sorprendido por sus habilidades que seguían mejorando. "Me hubiese encantado poderte mostrar una volcada que hice en Milwaukee", me dijo en noviembre del '86. "Fue en cámara lenta, parece que estoy despegando, como si alguien me hubiese puestos alas, me da escalofríos cuando lo veo". A todos les pasó lo mismo cuando los Bulls superaron a los Knicks, los 76ers y a los dos veces campeones reinantes, los Pistons, por marcas combinadas de 11-1 antes de destruir a los Lakers liderados por Magic Johnson por 4-1 en las finales de 1990-91. Jordan -- quien promedió 31.1 puntos en los playoffs y cambió el balón de manos en el aire cuando hizo la famosa volcada en el juego dos de las finales -- fue el JMV de las finales, participó del primer equipo All-NBA, fue el Jugador Defensivo del primer equipo All-NBA y JMV de la liga.
-- Rick Telander
Las prácticas del equipo [dentro del Dream Team del '92]que en un principio eran placenteras y tranquilas pasaron a ser duras y muy físicas. Cada uno defendiendo su territorio y poniendo su ego por encima de todo. El territorio de Michael. El ego de Michael. Jordan tomó el mando, dirigiéndose hacia el aro cada vez que tocaba el balón, persiguiendo a Magic en la defensa, entrando en las líneas de pase para conseguir robos, rebotes, gritándoles a sus oponentes y a sus compañeros del mismo modo, y presionando incansablemente. Hubo una racha en la que hizo al menos 12 puntos seguidos. Cuando le cobraron una falta al equipo de Magic, Johnson gritó, "¿Donde estamos, en el Chicago Stadium?". "¿Quieres recibir los cobros a favor aquí también?
"Te diré lo siguiente", Jordan gritó en respuesta, "Estamos en los noventa, no en los ochenta".
-- David Halberstam, ganador del premio Pulitzer por su labor periodística.
-- Ric Bucher, redactor senior de ESPN The Magazine
Algunos van a querer tumbarlo. Hacia el final, los demás iban contra él ya que era su posibilidad de aspirar a un segundo de fama. Alguien le pegaba por la espalda y después le pedía que le firmase el balón al final del juego... Pienso que se manejó bien. Se dio cuenta de inmediato de que iba a ser duro. Un par de veces dijo, "Soy el último hombre de este roster, ya lo sé". Pero mientras tuvo intenciones de mejorar, no había problemas. No creo que lo haya hecho por razones equivocadas o poco sinceras. Estaba mejorando. A menos que hubiese querido seguir tres años más, no podías pensar qué iba suceder. Pero lo que sí te puedo decir es lo siguiente: Si le dices que "no", él hará que la respuesta sea "sí".
-- Terry Francona, manager del equipo de las menores de los Medias Blancas de Birmingham en el que Jordan jugó.
¿72 victorias de temporada regular? Todo el drama de la adoración de Jordan y la curiosidad con respecto a Rodman, era sólo negocios. El hecho era que a estos muchachos les gustaba trabajar juntos. Si les pedía que hicieran 15 minutos de meditación, lo hacían. Eran como un vidrio con aumento concentrando la luz en algo hasta que surgieran las llamas.
-- Phil Jackson sobre su victoria número 72 en la temporada 1995-96 que aún tiene el récord por la mayor cantidad de victorias en una temporada.
Los que no estaban allí para ver a Babe Ruth gritar su jonrón en el Wrigley Field o para ver el golpe de Muhammad Ali ante Sonny Liston en Lewiston, Maine, podrán jurar que estos sucesos acontecieron o no, pero los que estuvieron en el Delta Center no pueden negar esa noche. Fue Kirk Gibson abalanzándose sobre la recta de Dennis Eckersley, pero una y otra vez durante 44 minutos.
-- Bernie Lincicome, columnista del Chicago Tribune sobre la performance de Jordan de 38 puntos con un virus estomacal en el juego cinco de las finales de 1997.
En esa primera temporada en Washington, a pesar de sólo jugar 60 partidos debido a la lesión que había sufrido en la rodilla, Jordan promedió 22.9 puntos, 5.7 rebotes y 5.2 asistencias -- números bajos en comparación con sus registros pero sobresalientes para el resto. La siguiente y última temporada, en la que cumplió 40 años, promedió 20 puntos, 6.1 rebotes y 3.8 asistencias mientras que jugó en todos los partidos. Aunque ya había fallado dos veces en su intento de llevar los Wizards a los playoffs, su juego superó a lo que puede hacer un simple mortal... lo que no fue impresionante fue el trabajo de Jordan en las oficinas de la dirección del equipo.
-- Chris Broussard, redactor senior, ESPN The Magazine
Si recibieras un nombre cada vez que alguien pronunciara la frase "el próximo Michael Jordan", ya deberías ser dueño de Maui y Dubai, podrías pagar en efectivo el Air Force One y reemplazar a Bill Gates como el hombre más rico de los Estados Unidos... Miner, Hardaway, Stackhouse, Carter, Hill, McGrady, no trascendieron a nada. James tiene esa chance. Bryant, a pesar de ser dominante, no produce el mismo efecto de Jordan. No es su culpa. Nadie ha podido repetir a Jordan.
-- Gene Wojciechowski, redactor senior, ESPN The Magazine
Palabras finales: Tenemos delante de nosotros a un jugador que ha dominado en todas las categorías de este deporte como nadie lo ha hecho en la historia. Lideró su equipo para dominar en la liga, tanto en la temporada regular como en la postemporada. Elevó la notoriedad de este deporte a alturas nunca antes vistas. Esto vas más allá de la comparación Jordan -- Chamberlain. La única comparación que aceptaré es entre Jordan y Ruth.
-- Steve Hirdt, vice-presidente ejecutivo de Elias Sports Bureau
-- David Stern
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