Los incidentes se suscitaron en el segundo set, cuando la juez de línea le marcó una doble falta a la estadounidense, decisión que provocó que estuviera contra la pared, ya que en caso de fallar un punto más, la victoria sería para su contrincante.
Al escuchar la decisión de la juez de línea, Serena se le acercó en reiteradas ocasiones para recriminarle por su controversial fallo, reclamos que no fueron bien vistos por la juez, quien acudió con el juez central, Brian Earley y acusó a la tenista de haberla amenazado de muerte, situación que provocó que se decidiera la suspensión del partido, la descalificación de Serena y el paso a la final de Clijsters:
"En todo el año no he cometido una falta de pie y de pronto en este torneo me la señalan. No es una excusa. Fue lo que fue y ya está. Nunca he estado en una pelea en toda mi vida, así que no sé por qué ella se ha sentido amenazada por mí. Creo que ella dijo que yo le había dicho que le iba a matar", declaró la sembrada número dos del mundo sobre el incidente.
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