CARACAS.— El 23 de Enero está acostumbrado al grafiti. En las paredes de la urbanización bastión del chavismo están pintados en esmalte y spray Evo Morales, Rafael Correa, Manuel Zelaya, el Ché Guevara en todas sus versiones, Hugo Chávez, hombres encapuchados y líderes fallecidos de los colectivos sociales que operan en el lugar. Ahora, los habitantes de esta parroquia se acostumbran a un nuevo mural que tiene la firma del colectivo La Piedrita.
En una pared de fondo blanco están el Cristo Nazareno y la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, con fusiles de asalto kalashnikov. La pintura va acompañada de un mensaje: “Cristo y su madre defienden la revolución”. La pieza está ubicada en una calle estrecha, en la vía principal del sector La Cañada.
Un reductor de velocidad colocado justo frente a la pintura le suma espectadores. Justo al lado del muro hay una escalera que conduce a uno de los barrios donde La Piedrita asegura tener el control de la delincuencia.
El mural es el telón por donde cruzan a diario los vecinos de ese barrio. Wilmer Pérez es uno de ellos. “Estamos en revolución y como a los pobres no nos quiere nadie, este mural representa que Dios y la Virgen nos acompañan en la buena y en la mala”, señaló.
La imagen del Cristo tiene más de un año. La pintura de la Virgen aún está fresca. En la página www.el23.net, que divulga el trabajo de los colectivos sociales, se explica que el mural fue hecho por un artista llamado Nelson.
Una nota reseña la actividad, llevada a cabo hace un mes. También se incluyen supuestos comentarios sobre la obra hechos por Valentín Santana, líder de La Piedrita, sobre quien hay tres órdenes de captura emitidas por el Ministerio Público por presunta comisión de delitos de homicidio y lesiones personales. “Son los guardianes, los custodios de La Piedrita, Cristo y María armados, en resistencia”, son las palabras de Santana que se reseñaron en la web.
Para Carlos Hernández el mural representa las creencias del pueblo. “Creemos en Cristo, la Virgen y los fusiles, que desde siempre nos han servido para defendernos. No nos importa lo que diga la Iglesia, para nosotros esa es una institución inmoral”, dijo el joven, quien reside en la zona. En la acera de enfrente la visión cambia.
“Eso pueden llamarlo arte, pero no me parece bueno para los niños, porque puede ser un mensaje subliminal. Pero aquí nadie va a hacer nada en contra eso. Cristo predicaba con la palabra, no con la violencia”, dijo Mary Delgado. Para Lisbeth Santiago, a quien al abrir la puerta de su casa la recibe la imagen religiosa armada, el mural es desagradable. “Me parece que es ofensivo”. Monseñor Baltazar Porras expresó su rechazo al mural en que se muestran a Cristo y la Virgen de Coromoto portando armas, atribuido al colectivo La Piedrita, y que se ha difundido a través de Twitter, dejando una ola de comentarios. El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana calificó los mensajes como “una escalada más dentro de esa siembra permanente de odio y de violencia”.
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